Huevo Segunda Parte
Hoy volví a tropezar con el Huevo, ahora en otro supermercado, ahora no en el trámite de la compra, sino yo en el asunto de la farmacia y él, abofeteando a un teléfono público, que de tanto público se puso ladrón y le robó sus monedas. Ni llamada ni vuelto, dijo. Yo también andaba escuálida. La pobreza se ha apoderado de mi vida. He retomado la casi indigencia y todo por culpa de un trámite mal hecho de un mal constituido organismo del Estado. Que no es el SII por cierto. Que espero (que éste último) me devuelva mi apetecida retención de impuestos. La verdad es que mi vida, estas pasadas semanas, se ha vuelto lenta y fome como una carta de ajuste. Esperando el bendito angelito que aparezca anunciando la programación del día. He hecho protesta y estoy en mi casa lunes y martes. Mañana iré, en parte porque me aburro y me doy vueltas y me comí todo el manjar. Pero en realidad no tengo ganas de ir.
En realidad no tengo ganas de nada.
Sólo me pareció divertido encontrar al Huevo, tan enojado con el aparato. No tengo ni uno, dijo, yo tampoco, respondí.
"Pero tengo mi celu", le dije. Así, con comillas.
pd. Además, hoy mi amigo Gonzalo me resolvió un terrible problema que sólo él podia resolver. Salud por eso.
<< Home